Wednesday, May 25, 2016

Sufrió abusos, fue drogada y violada, pero ella tuvo su bebé, lo dio en adopción y defiende la vida

Por Elizabteh Reed
Portaluz/ReligiónenLibertad/SaveThe1


Desde su gestación la vida de Elizabeth Reed  estuvo en permanente riesgo y sus derechos más esenciales fueron pisoteados. Primero porque su gestación llegó inesperada y el amante de su madre, quien era un hombre casado y con hijos que había embaucado a la jovencita de 18 años, presionó para que se practicara un aborto.

Aunque se salvó de ser eliminada, su madre y ella misma habrían de toparse con otros abusadores en el camino. La madre de la pequeña se casó y le dio un padre adoptivo, pero al poco tiempo se divorció. Luego, cuando Elizabeth cumplía recién ocho años su madre comenzó a convivir con otro hombre que abusó sexualmente de la pequeña hasta que cumplió los once años de edad…

“Sólo años después de que aquel malvado desapareciera de mi vida me vi con fuerza para revelar aquel horror sufrido y todavía tendrían que pasar unos cuantos años más para que, tanto mi madre como yo, encontráramos la paz que tanto ansiábamos”.

Venciendo el silencio de los abusadores
Perdida y desorientada como su madre, dice Elizabeth, fue presa fácil de otros abusadores… “Con apenas 15 años empecé a salir con un muchacho. Me drogó y se aprovechó sexualmente de mí”.

Como es normal en estos casos, del momento en que su ‘amigo’ puso droga en su bebida y de la violación tiene apenas vagos recuerdos y lo agradece… “Lo que sí recuerdo es que seis semanas después de lo acontecido me di cuenta de que estaba embarazada. Recuerdo quedarme petrificada, especialmente porque debía contárselo a mi madre. Creía que no podía decírselo a nadie, y teniendo en cuenta los abusos pasados, pensaba que aquello debía ser lo más normal. Así que decidí quedarme callada".

El abusador se ofrece a pagar el aborto
El descaro del abusador llegó al punto de que su propio padre –quien era el abuelo del bebé en gestación- ofreció pagar el aborto. Pero Elizabeth estaba acostumbrada a tomar en solitario sus decisiones y antes de acudir a la cita en la clínica de abortos, decidió ir a un Centro de Ayuda para mujeres embarazadas y allí le realizaron un examen de ultrasonido...

 “Bump” “bump” “bump”

“Todo se paró a mi alrededor. Me faltaba aire. Cada fibra de mi ser se puso en guardia. ¿Era aquello un latido? La recepcionista de la clínica abortista y todos aquellos a los que confíe mi situación me decían que llevaba simplemente un puñado de células. Y yo sabía que un simple tejido no tiene latidos. Algo no encajaba. Querían engañarme. Tuve claro que no podía abortar. A mis 15 años desconocía muchas cosas pero sabía que no podía detener aquel corazón al que oí latir con tanta fuerza”, recuerda Elizabeth.

Pero en esta batalla estaba sola y en los meses siguientes la pasó de casa en casa de amigas.

Protestando a Dios... que escucha
También fue un tiempo de protestarle a Dios por todo lo que había padecido desde su gestación. Dios continuó dándole respuestas, como las del ultrasonido, sólo que esta vez fue explícito en voz de una mujer que le citó a Elizabeth una frase de la Sagrada Escritura que dice… “Si tu madre o tu padre te abandonasen, yo nunca te olvidaré”.

“A pesar de mis dudas –recuerda Elizabeth- aquella tarde me rendí. Terminaron mis pesares y lloré con el consuelo de saber que Dios me amaba con predilección. Le dije: «De acuerdo, Señor, Tú ganas. Ayúdame, puesto que no sé qué debo hacer. Llevo en mi seno esta vida que Tú creaste. Si tienes un plan para ella, por favor, dime cuál es».

Entonces, como si de un relámpago se tratara, oí la palabra «adopción», tan claramente como si hubiera oído a mi madre pronunciar mi nombre desde el otro lado de la habitación. Quedé petrificada pero aquel mensaje dejó claro lo que debía hacer”.



La pequeña nació prematura un mes después; quienes serían sus padres acompañaban a Elizabeth en el momento del parto que sucedió por una cesárea de urgencia. Agradeció a Dios por todo ello, dice, pues a su lado la madre adoptiva “rezó en todo momento para que tuviera un buen parto”, puntualiza.

…De pronto oímos el gemido de un recién nacido. Inmediatamente aquella buena mujer y yo misma quedamos sumidas en un silencio que podía cortarse. Nunca en mi vida había oído un sonido tan bello como el de aquella niña”.

Cinco días después Elizabeth y su hija abandonaban el hospital. Desde que entregó a la niña en adopción ha dedicado su vida al activismo que defiende la vida del no nacido y es bloguera en Savethe1.com, desde donde proclama: “El aborto estuvo a punto de silenciarme dos veces, pero no he vivido esta historia para permanecer callada sino para compartirla y no me detendré hasta que todos los niños sean protegidos”.

Tuesday, May 17, 2016

EL DEBATE PRO VIDA: ¿DEFENDEMOS A NIÑOS INOCENTES O A LOS CANDIDATOS POLÍTICOS? Por Rebecca Kiessling


Por Rebecca Kiessling


¿Son algunos de los candidatos políticos "más pro vida" que otros? ¡Sí! ¿Es importante saber qué candidatos y qué organizaciones están dispuestos a defender los valores pro vida? ¡Rotundamente sí!, porque el hecho de aceptarlos o no puede suponer, después, decisiones nefastas para la vida de algunos colectivos.

Para mí esto no es un juego político. En mi caso, literalmente, le debo la vida a la ley que estaba vigente cuando fui concebida. Mis héroes son los legisladores pro vida en Michigan que reconocieron la valía de toda vida, incluso en casos de violación: 100% pro vida, sin excepciones, sin concesiones. ¡Ellos son mis héroes! Mi madre biológica no eligió la vida para mí. Ella escogió el aborto. Estuvo a punto de terminar con mi existencia en dos ocasiones. Sólo se echó atrás a causa de las infames condiciones del abortorio al que se dirigió y porque aquello era un acto ilegal. Habrá quien, evidentemente,  sienta profundo agradecimiento por el hecho de que su madre escogiera la vida por encima del aborto, pero la mía no lo hizo. Así que, algunos de nosotros estamos necesitados de héroes que estén dispuestos a proteger la vida, sin excepción, sin fisuras.

Soy de Michigan, un estado americano donde nunca hemos tenido una excepción por violación en una sola ley. Y esto es así porque “Derecho a la Vida de Michigan”, una organización pro vida, determinó a principios de los años 70, que nunca abandonaría al niño concebido en una violación. Entonces, ¿qué significa eso exactamente? Significa que un candidato político no obtiene el respaldo de nuestra asociación pro vida si él o ella aceptan una excepción de este tipo. Ha habido batallas duras que lidiar y situaciones comprometidas pero Michigan nunca ha dado a la espalda a la vida, tampoco a aquellos más indefensos. Y esta fortaleza se debe a la calidad y empeño de los líderes pro vida de nuestra organización estatal.

Lamentablemente, la mayoría de voces a nivel nacional han dado respaldo a las concesiones. De este modo, el colectivo de bebés inocentes concebidos en una violación ha sufrido como consecuencia de esta actitud permisiva  de umos candidatos políticos mediocres que buscan alcanzar el triunfo en las elecciones, en detrimento de optar por líderes políticos que apoyan el derecho a la vida de modo absoluto y contundente.

Muchos políticos y grupos pro vidas piensan que la estrategia de aceptar las excepciones resulta eficaz en la lucha para terminar con el aborto. Algunos acuden a la analogía del edificio en llamas para justificar su postura. Salvas 99 vidas comprometiendo la singularidad de 1 sola, concebida en una violación. Mientras se consigue poner a salvo la mayor parte de las vidas, se espera el momento preciso para regresar a la arena política y salvar también a la restante. Hay varios problemas con esta estrategia. En primer lugar, no se está trabajando para salvar a todos. La realidad es que cortan el suministro el agua, envían los camiones de vuelta a casa y se paran allí viendo como el edificio arde en llamas y se queda el 1 en el interior. Los que aceptan concesiones nunca vuelven para salvar al 1. Esta defensa de la excepción se ha convertido en regla general. Se ha determinado que el bebé concebido en una violación es un mal menor que hay que aceptar y no vale la pena el esfuerzo que supone luchar por su defensa.

Cada vez que escucho "Salvaguardar a los 99 a cambio del 1", no puedo dejar de pensar en la parábola de la oveja perdida, porque Jesús nos recordó que debíamos poner especial empeño en cuidar a ese 1. Él mismo dijo: Mirad de no menospreciar a uno de estos mis pequeños. ¿Despreciar? ¡Qué cosa tan difícil de aceptar! Porque, ¿alguien querrá despreciar algo tan mísero? Pero sí, ese desprecio existe y ha sido enormemente doloroso. Algunos nos han llamado "mala semilla”. Pastores de iglesias nos han menospreciado tachándonos como "semilla del demonio, al margen de la voluntad de Dios”. Nos han etiquetado también como "recordatorio terrible de la violación", "engendro del demonio", "niño del monstruo", “mancha en el código genético de las posteriores generaciones”... Ciertamente, los que hemos sido concebidos en una violación, somos un colectivo ninguneado; sin duda, más que cualquier otro grupo de personas hoy en día.

Jesús continúa en Mateo 18: "Porque os digo que sus ángeles en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos." Entonces Él comenta la parábola de la oveja perdida, donde el Buen Pastor deja las 99 ovejas a buen recaudo en el redil y sale presto para salvar aquella que está perdida. Y Jesús termina la lección diciendo: "de la misma manera, su Padre en el cielo no quiere que ninguno de estos pequeños perezca." ¿Quiénes son "los más pequeños de éstos", de los que habla Jesús? ¿no son, también, los niños concebidos en una violación, unos de los más olvidados en nuestra sociedad actual? Es absolutamente deplorable que cualquier líder pro-vida pueda sugerir que no le importa que  estos pequeños perezca. ¿ Es el hecho de que estamos en minoría lo que hace que sea más fácil para usted? ¡Horrible!

Volviendo a la imagen del edificio en llamas, haré una analogía con lo que ocurre con los políticos. Lo que realmente está sucediendo es que hay la gente que va a las entrevistas de trabajo (candidatos políticos) para convertirse en bomberos (legisladores). Estos potenciales bomberos se plantan y dicen a sus jefes (líderes en el movimiento pro-vida) "Sólo para que sepas, yo discrimino. Sí, si entro en un edificio en llamas y hay niños en medio del fuego o en la parte posterior del edificio, no voy a salvarlos. Estos pequeños quedarán dolorosamente desfigurados y, por tanto, serán un recordatorio terrible del fuego, y yo no voy a hacer esto a sus padres, así que voy a hacer distinciones y los dejaré morir. Y si se intenta obligarme a entrar y salvarlos, simplemente no voy a hacerlo".

Ahora me pregunto, ¿qué jefe de bomberos en su sano juicio podría contratar a una persona así como bombero? Aun así, esto es lo que demasiados líderes pro-vida han venido haciendo. Y si alguno de ellos fuera contratado con la condición de salvar a todos las criaturas que se encontrara en el edificio, sin discriminación alguna, ¿qué jefe de bomberos le daría su bendición a la salida si hubiera dejado intencionadamente un niño para convertirlo en pasto de las llamas? ¿No lo expulsaría de inmediato del cuerpo? Sin embargo, lo que está ocurriendo es que los jefes de bomberos corruptos no sólo aceptan estas acciones mortales, sino que incluso las respaldan y las recompensan. El edificio en llamas no es una situación de emergencia, pero completamente previsible cuando los responsables de defender a sus inquilinos minimizan sus expectativas y respaldan a sus candidatos. Y la situación puede evitarse porque hay buenos bomberos que no discriminan en ningún caso.

Esta comparación con el edificio en llamas se da en la realidad. Algunos líderes que no quieren ceder a las excepciones, se ven atacados por otros responsables del entorno pro vida y presionados para que cedan su puesto a otros a quienes no les importe aceptar concesiones, especialmente las relativas a discapacidades y casos de violación. Ejemplos los tenemos recientes en diversos Estados de USA, en América Latina o Polonia, en Europa. De este modo, se pretende dar un apoyo explícito a candidatos políticos, en principio favorables a la vida, pero que llevan en su programa los famosos "causales", para ganar más votos aún a costa de conceder vidas humanas igual de dignas y merecedoras de protección que todas las demás.

Esta actuación ha tenido especial repercusión en Estados Unidos en la iniciativa legislativa de prohibir los abortos en el tercer trimestre porque los bebés experimentan dolor. Algunos representantes políticos han obtenido un espaldarazo absoluto por parte de organizaciones pro vida, defendiendo esta norma legal incluyendo, sin embargo, la excepción de aquéllos que han sido concebidos en un acto de violación. Y se consideran pro vida 100%. ¡Inaudito!

Me siento consternada porque YO SOY capaz de sentir dolor y lo siento verdaderamente. Aceptar la excepción de violación en este particular proyecto de ley que prohíbe el aborto porque los no nacidos son capaces de sentir dolor, supone crear una discriminación de seres humanos, afirmando que unos son más dignos que otros. Pónganse en nuestra piel y experimenten los gritos de dolor de los más de 350 miembros de  Salvar El 1 que fueron concebidos en una violación o el de las madres que sufrieron abuso. Se lo aseguro, el dolor infligido al sentirnos despreciados y colocados en el punto de mira queda para toda la vida.

Desgraciadamente, son muchos los que consideran a mi colectivo como el chivo expiatorio, la moneda de cambio, carne de cañón, y no les importa que seamos castigados no sólo por los pecados de nuestros padres biológicos, sino también por los intereses partidistas de políticos mediocres que se niegan a defendernos. Una situación así es del todo injusta. Me gustaría que lo consideraran a la luz de otros grupos. Piensen, por ejemplo, en reemplazar a los concebidos en una violación  por cualquier otro grupo de personas - por ejemplo, "excepto en los casos de bebés judíos”, “exceptuando los bebés de color”. ¿Qué mensaje que enviaríamos, entonces, al pueblo judío, a la comunidad negra o de cualquier etnia distinta a la caucásica? Se les dice que su vida no es tan valiosa, que están "contaminados" y no son dignos de la misma protección legal que los demás. Pondríamos el grito en el  cielo. Sin embargo, no sucede lo mismo conmigo. Ningún otro grupo de personas recibe una discriminación tan cruel y sistemática en la sociedad actual como el niño concebido en una violación.  Madres supervivientes de esta atrocidad, que están criando a sus hijos a los que aman, lloran cuando ven el desprecio que reciben sus bebés y cómo se desvirtúa su dignidad como personas. ¡Este prejuicio letal debe terminar!

Así que ahora debemos preguntarnos, ¿a quiénes protegen realmente estas organizaciones dispuestas a comprometer la vida? Al niño inocente concebido en una violación, o a los políticos que prometen discriminar? Un gran número de constituciones y ordenamientos jurídicos, así como diversos tratados internacionales, afirman que ningún poder político privará a una persona de su derecho a la vida y aseguran una igual protección a todo ser humano delante de la ley. Aceptar la causa de la violación implica negar esta igualdad de protección y es algo inadmisible. No se puede apoyar el derecho a la vida y su total protección cuando se acepta el aborto de unos niños inocentes, simplemente por el origen de su concepción.

Mi mayor respeto y consideración a todos los políticos que no se arrugan ante la presión recibida, incluso desde buena parte del movimiento pro vida. Estos políticos demuestran, con su firmeza, su voluntad de representar y defender a todos sus conciudadanos, también a los más desprotegidos y vulnerables. Gracias a estos campeones de la vida por su lucha tenaz en defendernos y sacarnos el estigma mortal al que muchos nos condenan. La máxima es clara: castiguemos al violador, no a los bebés y protejamos a los inocentes, no a los políticos que se quieren ganar votos por un plato de lentejas.


BIO: Rebecca Kiessling es esposa y madre de cinco hijos, abogado y conferenciante pro vida internacional. Es fundadora y presidenta de la organización mundial pro vida Salvar El 1  que busca hacer frente a todos los llamados "casos difíciles" en el debate sobre el aborto, co-fundadora también de Hay Esperanza Después de la Excepción por Violación .

Monday, May 16, 2016

YO SOY EL FRUTO DE UNA VIOLACIÓN



“Yo soy el fruto de una violación”

Ese es el impactante título con el que comienza su columna Marta del Carmen Aravena Gutiérrez, la que a través de una potente carta al director en El Mercurio, relata de manera muy cruda la experiencia de su familia ante el tema de la violación, y por consecuencia, el aborto.
  
fuente: El Dinamo, Chile





Es fácil hablar de aborto y violación cuando le pasa a otro, o cuando es un caso hipotético, sin nombre ni apellido. Es fácil teorizar y opinar qué se debería hacer en ‘caso de’”, comienza el relato, para apuntar derechamente en el párrafo siguiente que “soy hija de una violación. Mi mamá era una mujer muy sencilla y muy pobre, que vivía en la zona central del país. Cuando ella tenía seis años, su padrastro, que era alcohólico, empezó a abusar de ella”.
La situación siguió ese mismo curso, y “cuando la situación empezó a hacerse más difícil para ella, llegó un momento, en que le contó a su mamá lo que estaba pasando. Su mamá (mi abuela) nunca creyó lo que su hija le decía”.
La carta continúa relatando que tuvo a los 11 años a su hermano. “Un día se sintió mal, con un fuerte dolor de estómago, no sabía a quién pedirle ayuda y partió a los carabineros. Ellos la llevaron al hospital porque se dieron cuenta de que estaba en trabajo de parto. Era una niña que no sabía nada de la vida y que, de repente, se hizo mujer y madre. Al darse cuenta de la situación, los carabineros tomaron detenido a su padrastro”.
Entonces, la abuela de la autora de la columna se vio sola en la casa, “con once niños que cuidar, y con el proveedor del hogar en la cárcel, la echó de la casa. Culpó a mi madre por el encarcelamiento de su pareja y la abandonó. Recién salida del hospital, se encontró con un bebé en los brazos y sin tener a dónde ir”.
Fue acogida por los vecinos, quienes la ayudaron a cuidar a Juan. “Pero mi mamá no sabía dónde se estaba metiendo, porque dos años después, cuando tenía 13 años, se embarazó nuevamente. Este vecino, que la cuidaba a ella y a Juan, abusó también sexualmente de ella, al igual como lo había hecho su padrastro por muchos años. Además era violento; muy violento. Le pegaba mucho, casi todas las noches, y la arrastraba del pelo hacia el patio para abusar de ella. Y así nací yo, Marta Aravena, fruto de una violación, igual que Juan, mi hermano mayor”.
La situación era terrible: “Mi padre era su protector y su abusador a la vez. Ella accedía a los abusos porque estaba protegida, con techo y comida. La vecina, la señora de este padre violador, me crió a mí y a mi hermano sin reproches, como si fuésemos sus hijos. Eran tal las ansias de ser madre que aceptaba esa situación”.
“Cuando estuvo embarazada de mí, mi mamá estaba siendo presionada por su violador para que abortara. Pero ella siempre dijo que no. Siempre optó por la vida. A pesar de lo terrible de la situación. Ella siempre nos enseñó que nadie puede quitar la vida, que ella es un regalo y que se debe cuidar. Desde niña supe la verdad sobre mi origen y las circunstancias de mi nacimiento”.
A reglón seguido, la historia está lejos de terminar, ya que la autora indica que la historia se repitió. “Cuando yo era chica, un vecino abusó de mí. Le conté a mi mamá y, a pesar de todo lo que le pasó a ella, no me creyó, de la misma manera que no le creyeron a ella. Eso es lo peor, es muy terrible contar algo así y que no te crea”.
Y “a pesar de todo lo que he vivido, estoy en contra del aborto. Siempre hay que ponerse en el lugar del otro, que este niño tiene su lugar en la vida, que también se puede salir adelante. Mi familia lo logró, creo que todos podemos. Creo que los sufrimientos y dolores de la vida también dan fuerza para luchar por ella”.
En este sentido, Aravena se manifiesta como “convencida de que estoy en este mundo por un propósito y que todo tiene un porqué y un para qué. Cada uno de nosotros tiene un propósito, somos personas valiosas y hay una misión para cada una de nuestras vidas ¿Qué hubiese pasado si no me hubiera tenido mi mamá? Yo no existiría y no existirían mis hijos maravillosos, tampoco mis hermanos, a quienes adoro con mi alma. Tengo una relación hermosa con ellos, nos amamos y nos amamos a fondo ¡Qué hermoso que detrás de una decisión así haya salido algo bueno!”.
La autora concluye que “no existe un día en que no le agradezco a mi madre que haya tenido a sus hijos, pese a todo el sufrimiento que implicó. Siempre la he honrado y le agradezco por habernos dado la vida. Por habernos enseñado que la vida es sagrada, que hay que cuidarla siempre, en cualquier circunstancia y en cualquier lugar”.
La columna fue ampliamente comentada en Twitter, por su férrea defensa de la causa anti aborto, particularmente considerando una historia tan complicada como la expuesta.

Monday, May 9, 2016

Holli tenía solo 18 años

Por Darlene Pawlik
The Darling Princess

¡Asesina al bebé!

Holli tenía sólo 18 años. Ella había sido violada por el marido de su madre. ¿La solución al problema? Matar al niño, por supuesto. Cuando ella se quedó embarazada tuvo la posibilidad de denunciar las dolorosas violaciones, si se le hubiese permitido vivir... Holli era violada asiduamente, se contagió de enfermedades de transmisión sexual más todo el trauma que conlleva tener una madre que no te protege. Entonces, al quedar embarazada, decidieron que lo mejor era asesinar al bebé. El bebé oculto en el seno de Holli la podría haber salvado de sufrir más abusos ya que ese pequeño traía en su DNI toda la evidencia de que Holli estaba embarazada del marido de su madre. Holli no pudo hacerlo. También la asesinaron a ella. En lo que debió de ser una escena aterradora, mataron a Holli y a su hijo. Le quitaron el útero. Tal vez pensaron que, de este modo, destruirían la prueba del delito. La vida de Holli es manifiesto de una sociedad en declive. Cuando una niña queda embarazada tras ser violada, mucha gente piensa lo mismo: acaba con el bebé. Matar al bebé no" desviola" a la mujer. No hace desaparecer la violación ni, aún menos, su trauma. En otro reciente artículo, una mujer relata que sueña que ha quedado embarazada tras sufrir una violación. Su sueño, es mi pesadilla. Ella había leído acerca de una niña, embaraza tras una violación y decidieron que debían matar al niño. Otra vez, aparece el mismo tema. ¿De dónde viene? ¿ Crees, de veras, que abriendo su útero y extrayendo al niño la estás ayudando?¿eres incapaz de ver que ésta es otra forma de violación? A Holli, su hijo la podría haber salvado. Si las autoridades la hubiesen protegido. En lugar de eso, cuando ella lo denunció, la mandaron de vuelta a su casa para que sufriera más abusos. La historia de Holli me hiere profundamente. Salvando a mi hijo, salvé mi vida. Tenía 18 años, era una esclava sexual tras años de prostitución. Sufrí depravaciones muy graves. Días sin comida, incapaz de dormir, falta de calzado y ropa pero todo esto era poco comparado con las horribles violaciones y la vergüenza. Holli tenía un hijo. Estaba de 13 semanas. Su bebé tenía ya las mismas partes que tú o yo. Todo lo necesario para vivir, exceptuando tiempo. En sólo 6 meses, habría dado a luz. El embarazo es temporal, la muerte es permanente. Una violación es horrible pero, por favor, no maten al niño. Mujeres como yo nos hemos recuperado del abuso sexual. No somos culpables de que hayan abusado de nosotras. Y los bebés concebidos en una violación tampoco lo son. Ellos son unas segundas víctimas. Nosotros somos los supervivientes y ellos, los criminales. Yo jamás tendré que sentirme culpable por no haber respetado los derechos de mi hijo. Mi hija hoy ya es mayor y ella y yo somos muy buenas amigas. Sé que yo no estaría hoy aquí si no fuera por ella. Yo no tenía ninguna razón para vivir y ella me la dió. La próxima vez que oigas que una muchacha ha concebido un hijo tras una violación, por favor, no exclames:" ¡Mata al bebé!". Ella necesita ayuda de verdad. Meses o incluso años de consejos y ayuda y opciones para salir adelante con su hijo. Sé su ayuda. Da donaciones a centros de embarazo y maternidad. Aboga por ellos. Abrázala. La vida es un viaje. Te la has encontrado en tu camino. Nuestra cultura es cruel con mucha frecuencia. Ocurre todos los días. ¡Sé su ayuda!



Darlene Pawlik es Vice presidenta de Salvar El 1. Fue concebida en una violación y también fue madre después de haber sido abusada sexualmente. Tiene su propio blog en el que ayuda a mujeres que han pasado por una misma situación.

Tuesday, May 3, 2016

QUISIMOS DARLE LA OPORTUNIDAD DE VIVIR

Por Gustavo Armijo Griñen


Gustavo, seguidor de SalvarEl1 nos envía su testimonio de ‪#‎vida‬.
A las 20 semanas de ‪#‎gestación‬ supieron que Alonsito era "acráneo". Les propusieron el ‪#‎Aborto‬ pero ellos optaron por amarlo incondicionalmente el tiempo que estuviera con ellos.
‪#‎SinExcepción‬ ‪#‎SíALaVida‬
"A las 20 semanas de gestación mi pareja se hizo la primera ecografía y el doctor nos dijo que sería un hombre (Alonso). También nos comentó que venía con "holoprosencefalia". Se nos vino el mundo abajo ya que era nuestro primer hijo y desde el primer momento que nos enteramos de que íbamos a ser padres fuimos la pareja más feliz.
Ante esta noticia quisimos tener una segunda opinión y viajamos a Santiago donde se hizo otra ecografía en 3D, y el diagnóstico fue "Acráneo" (Faltaba parte de su masa encefálica).
Nos recomendaron el aborto (si este hubiese sido legal), pero no dudamos un segundo en seguir adelante, nos apoyamos harto en Dios, orando para que sucediera un milagro o que no sufriera tanto nuestro pequeñito. Además, enviamos una carta a los monjes brasileños con harta fe porque había que intentar de todo.
Los siguientes meses fueron muy duros, pero a la vez los mejores. Mientras pasaban las semanas, le cantábamos, hablábamos con él, fuimos a la playa, al campo, cumpleaños de amiguitos, muchas reuniones familiares, miles de fotos, muchos besos en la pancita y nunca nos cansamos de decirle que lo AMÁBAMOS. Él era lo más bello que Dios nos pudo enviar.
Alonsito tenía fecha para la primera semana de Enero de este año, pero se nos adelantó y nació un 23 de Diciembre a las 20:37, mi luchador. Nuestra Felicidad, pero a la vez preocupación, en mi pareja y familiares fue enorme.
Mi pequeño estuvo con nosotros 1 hora y dos minutos. Luego subió al cielo porque Dios necesitaba a un ángel luchador. Ahora, han pasado 4 meses del fallecimiento de nuestro hijo, estamos contentos porque dimos todo lo mejor que estuvo en nuestras manos para que fuese feliz en el periodo de gestación y en la horita que estuvo con nosotros.
Sabemos que tenemos un angelito que nos cuida y ama como nosotros también le hicimos sentir. Nunca olvidaremos lo que pasamos, y el Amor que aún le tenemos a nuestro "Alonso Ignacio".

Monday, May 2, 2016

‪Madre Por Violación‬: "Nunca pensé en ‪abortar‬, para mi ese ‪bebé‬ no tenia culpa de lo que había pasado"

Feña nos entrega este tremendo relato...

Hoy tengo 24 años, quedé embarazada a los 16 producto de una violación.
Fue muy duro tener que soportar lo que me pasó, pero más duro fue que mi familia me diera la espalda, que dudaran de mi y creyeran en un hombre que venia llegando hace poco a la familia.
En aquellos años yo era de las típicas niñas pavas, callada que veía a toda la gente buena... que jamas imaginó que el tío buena onda le haría daño.
Fue crudo tener que pasar por todo eso sola, llorando por las noches para mostrarme fuerte delante de los demás.
Nunca pensé en abortar, para mi ese bebe no tenia culpa de lo q habia pasado.
Hoy mi hija tiene 7 años, es una bendicion para mi, la cual me llena de fuerzas cada dia para seguir adelante, para no dejarme pasar a llevar por nadie, para cuidarla y defenderla de todo aquel que quiera dañarla.
Creo que sin ella no hubiese podido luchar, no tendria las fuerzas que tuve en ese momento para enfrentar los comentarios crueles de mi familia, donde me trataron hasta de puta por haber callado, por temor a lo que pudiera pasar, este tipo siempre me amenazo con que le creerian a el si se sabia lo q hacía y asi fue.
Han pasado mas de 7 años de lo ocurrido y aun hay personas de mi familia que creen que me enamore y por eso no dije nada a tiempo...
Quería contarles mi historia por que mucha gente cree ( no todos)
Que hay q cortar de raiz el problema de la violacion matando al bebe q quedó producto de aquello.
Pero el problema es que el hombre que viola lo hara con mas de una y se mataran vidas inocentes por un tipo que se aprovecha de niñas y mujeres sin apoyo, con problemas etc...
Asi como muchos lucharon por que el aborto fuese legal, deberiamos luchar por que a los violadores les den castigos como corresponden, que no sirven 5 años en la carcel para que salgan y hagan lo mismo, son personas enfermas, con mentes retorcidas que no les importa estar un par de años privados de libertad.
Espero que mi historia no haya sido una lata por lo larga, que tengan un buen día.